26 oct 2012

Más reflexiones sobre el fútbol base



Más reflexiones sobre el fútbol base.

Ocurre muchas veces en el fútbol base queremos ver a una gran figura del fútbol en un niño de apenas 8 o 9 años. Y pretendemos formarle rápidamente para que llegue a ser una “estrella” lo más pronto posible. Personalmente creo que nunca hay que tener prisa por hacer artificialmente a un jugador de fútbol.

Durante la etapa de formación futbolística, existe de forma paralela, una formación personal que incide en gran medida  en la formación integral de los niños. Aunque a veces se carga de demasiada responsabilidad a los entrenadores del fútbol base, como si fueran los únicos responsables de la evolución personal y  futbolística de los niños, es verdad que en estas etapas iniciales, los entrenadores deben ser fundamentalmente educadores.
Hoy en día, todavía sigue existiendo  una  falta de preparación en  muchos entrenadores de fútbol base.
La educación es un proceso larguísimo que requiere una enorme dosis de paciencia por parte de los entrenadores, educadores y padres de familia, “quien no tenga esa paciencia debe retirarse del mundo de los niños”.  Actualmente estamos en una sociedad en la que se piden resultados inmediatos, de hoy para mañana, vivimos agobiados y llevamos la presión a la formación del niño.
El  fútbol tiene una finalidad como juego que es ganar y, aunque hasta aquí podemos estar todos de acuerdo, el problema fundamental radica en que si ponemos “el ganar” como único fin, estamos perdidos, porque la competición deportiva se convierte en un campo difícil, al buscar derrotar al rival como sea.
Pero si lo consideramos como un medio para seguir mejorando entonces, si se pierde, no pasa absolutamente nada, porque esa derrota nos llevará a reconocer nuestros fallos para así seguir mejorando.
El propio enfrentamiento de cada partido contiene grandes valores formativos, se tiene la colaboración de unos compañeros para enfrentarse deportivamente a unos rivales. Los compañeros, por su ayuda, y los rivales, por su oposición, suponen niveles de desarrollo como ocurre en casi todas las facetas de la vida.
El  punto fundamental  y el más importe a mi entender en el fútbol de niños, es inculcarles unos valores que deben marcar su vida: humildad, espíritu de superación, esfuerzo, respeto,…
No olvidemos nunca cuando trabajemos con niños que son personas y que cuando dejen el fútbol dejaran de ser futbolistas pero no dejarán de ser seres humanos.
El principal objetivo de cualquier escuela de fútbol debería ser, antes de “fabricar buenos futbolistas”, formar y conseguir mejores personas.

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